Belleza en la monstruosa enormidad

 

Monstruo, Kaiju o anomalía, como se le conozca a gusto o asociación personal, desde los primeros años del cine ha surgido este género presentando de seres y anomalías de tamaño inconmensurable como sorprendente, nunca seguros, la primera vez que en gran pantalla se goza de admirar tales bestias, es un impacto como ningún otro, una fascinación que atrapa, pese a lo vulnerables que seríamos frente a tales criaturas.

Desde el Golem de 1915, innovando en magnitud como efectos prácticos como especiales, catalogada en ciencia ficción, hasta la más reciente película de acción que todos conocemos “Godzilla vs Kong”, el género Kaiju a sido de evolución y constante desarrollo, esto por la grata recepción y acumulación de masas dentro de este, pero ¿A que se debe? ¿Por qué seríamos tan afiliados a la enormidad de un monstruo?


Como en todo y ante todo, para gustos y colores, todos tenemos aquellos gustos que nos competen, nuestros favoritos, pero en este régimen existe una peculiaridad con el cine o ficción de los monstruos gigantes, ¿Por? La fascinación e innovación del humano por descubrir, la naturaleza duradera del hombre por querer ser p descubrir algo más de nuestra misma comprensión bajo el hastío que produce la monotonía de ser todo tan igual, esto para las mentes imaginativas, que buscan un placer en estas criaturas, todo se adentra en un deseo imaginativo

Algunos de estos tan bien implementados que los convierten en absolutas leyendas, como no mencionar al poderoso Godzilla, aquél terror japonés, la maldad y la destrucción representada en una fiera bestia que acaba con todo, esto siendo a su vez la rencarnación de la bomba nuclear, una analogía tan brillante y perfecta, que lo haría de los personajes más icónicos de la cultura pop. Desde una amenaza hasta un protector de la tierra, este ser a marcado las vidas del espectador como ningún otro, que hasta la fecha puede presumir de seguir vigente.




Me gustaría hacer mención de una película catalogada de antaño e innovadora dentro del género, que a muchos como a mi, nos dejó atónitos y con ganas de mucho más, el nombre de esta entrega es nada más y nada menos que Cloverfield.

Yo como muchos otros, sostenemos que esta película posee una magia mezclada con realismo de una forma tan balanceada, como aterradora, todo esto bajo la experiencia de cámara en mano, dando realismo a la obra poco visto. La historia se centra en Rob, un pronto saliente de E.U para dirigirse a Japón como vicepresidente de una empresa, es sorprendido con una fiesta de improviso para despedirlo, elaborada por todos sus amigos ¿Hasta ahora todo norma, no? Tras una leve tensión amorosa, en la ciudad de Nueva York ocurre una explosión, de la que se piensa es un ataque terrorista y caos por la ciudad, pero a lo largo de su travesía, poco a poco se muestra el verdadero causante de tales sucesos, un temible monstruo, observado desde la perspectiva de unas pobres victimas, que son los protagonistas. 



La ejecución finamente realista de esta película es alucinante y aterrador, las desbalanceadas tomas generan incertidumbre sobre la criatura, un miedo a lo desconocido, pero una atracción por parte del espectador por saber, que es lo que hay ahí afuera, ¿De donde sale? ¿Qué es? ¿Qué hace aquí? Tantas dudas sin llegar a una verdadera respuesta , ya que ese es el fin de la película, su propósito lo cumple al mantenerte en la duda, ya que tal como los protagonistas, en un suceso como este, lo mejor y poco que podrías hacer, es no buscar respuestas, si no, sobrevivir.

Y es que es la perspectiva humana la que enaltece a este filme de la mano de Matt Reeves, el realismo y suspenso que genera la empatía de sentirnos en los zapatos de los protagonistas, la magia de esa misma perspectiva y el vernos en situaciones así, en busca de lo desconocido, las que catapultan el interés en esta joya absoluta del cine de monstruos gigantes, la belleza de la monstruosidad ante el ojo del mamador.

Esto sin mencionar la campaña publicitaria de esta película, que sin duda, es una genialidad en todo su esplendor y su forma de ser enervante, es una  película con mucho misterio y pocas verdades, de la que invito a cada uno darse el tiempo de ver, ese es tema para otra entrada, de mientras les dejaré una pista, sin decir más, hasta la próxima mis mamadores.




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