La disonancia del protagonista
¿Qué es de una historia sin un héroe o fuerza protagónica positiva? Rara será aquella capaz de sobrellevar la trama sin el ideal y la convicción que retrae de aquél sujeto partiendo desde lo más bajo, a su grandeza como personaje, no es para mentir que mínimo a todos nos gusta uno, aquél ser capaz de volar o con dotes de inteligencia, encargado de salvar el día, ¿Eso nos inspira, no?
Así como la caída, ese mensaje de esperanza con ese porte
bélico, dando a entender como tal protagonista podrías ser tu con el suficiente
esmero, es esa la sociología del héroe, la capacidad y logro inalcanzable
rebajado a la normalidad de una persona soñadora, es ese porte del que el héroe
protagonista goza.
¿Esto para qué? Por mera conveniencia e idealización del
espectador, el identificarse para establecer un vínculo de gusto sobre la obra,
sobre todo en el personaje, ya que de este mismo truco publicitario nacen las mercancías,
¿O me van negar que no desean o desearon la figura del héroe de la historia momentánea?.
Tras eso comienza toda una oleada de spam sobre el producto, anunciando
secuelas, proyectos y hasta posibles spin offs, todo esto gracias a la
idealización del héroe/personaje
Digo y sigo repitiendo, el contexto sociológico de cada
producto posee alta inteligencia, estudio y demás, personalmente son de mi
total admiración para lograr el cometido, del que congruentemente se puede
presumir, volteando a ver muchos imperios comerciales que nacen de esto.
Pero así como del éxito, nace la caída, la inevitable
repetición y a veces hartazgo en la gente de observar lo mismo, no es de ciegos
aquellos que quieren y disfrutan, si no del incapaz de no percibir una
necesaria innovación, pese a lo inspirador que pueda ser el héroe, las personas
en torno a su madurez comienzan a apreciar más allá de un forzoso protagonismo,
del personaje genérico que a sabiendas se siente que obtendrá la victoria, es
aquí donde los creadores pueden optar por innovar la historia, o cambiar el
enfoque en un nuevo personaje.
¿Se han dado cuenta como los gustos de manera coloquial cambian,
de querer ser un protagonista a aspirar a algo congruente? Es aquí donde entran
aquellos personajes secundarios, antihéroes, que sin la victoria asegurada son
capaces de igual al estándar del héroe, sin la seguridad ni desarrollo
predeterminado de toda historia, ya que son gracias a estos secundarios que
muchas personas tienen de ellos como sus consagrados personajes favoritos, es y
será más fácil empatizar con aquél que como humano cae que el que tiene la vida
asegurada.
Es por ello que por misma lógica humana, no hace falta
repetir las ganas del enfoque por querer ser más que el típico héroe, ya que a
veces, en el que nadie se fija, termina siendo el que profundidad tiene, dejo aquí la clara ejemplificación de ello, con uno de mis personajes favoritos, hasta pronto mis mamadores.
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