Innovación: El arma de Tarantino
Quentin Jerome Tarantino…no podemos ser mamadores sin que
por nuestro repertorio de conocimiento cinematográfico exista el tan pero tan
icónico director de cine, al que todos llamamos en brevedad como ”Tarantino” un
pilar del cine de culto y de calidad desde sus primeras obras, enalteciendo su
estatus como uno de los mejores de la
actualidad, en el que siempre su película a estrenar es de la atención del
mundo y como no, del cinéfilo mamador.
Puedes amar u odiar de sus obras, pero su talento e
innovación de este icónico director es intachable, con un porte de seguridad y
dispuesto justamente a eso, a la innovación, donde su obra te atrape y puedas
esperar absolutamente todo y a la vez nada, pero se preguntarán, ¿Qué tendría
de emocionante ir y no esperar nada? Es que esa “nada” termina siendo el todo y
el complacer de una obra de nuestro mamador consentido que es Quentin.
¿Cuál será su estrategia? ¿Qué lo hace tan bueno? Tarantino
es un provocador, pero con metodología. Planifica permanentemente sus acciones
que tienen una intencionalidad clara: oponerse al estatus quo y a las reglas
establecidas. Es creador de su propio estilo, y enemigo de convertirse en
referente de una tendencia en la que puedan estar otros. Es el inventor de un
auto-concepto: lo radicaliza, lo reforma, lo re-estructura, siempre con el
objetivo de no ser etiquetado en un género y “segmento” particular
Provocador incesante del caos, pero con una meta en la
cabeza. En su submundo los villanos nos apasionan porque tienen principios y
valores (la contradicción es parte de la estrategia). Vincent Vega (John
Travolta) en Pulp Fiction (1994) es un matón presa de sus vicios, pero hace lo
imposible por salvar la vida de la esposa de Marsellus Wallace (Ving Rhanes); no
sólo porque es la esposa de su jefe, sino porque siente una genuina
preocupación basada en sus especiales creencias .
En la vida cotidiana podría ser de temer un actuar o pensar
similar al aporte que da Tarantino siendo un éxito inmediato su mera mención,
es un innovador al pie de la letra que busca alejarse completamente de
etiquetas, ser único y que su trabajo no se denomine, si no que se estandarice
en su propio nombrar “Tarantino”.
Ir a la contra y lejos del consumo habitual es lo que hace
tan espectacular como sutil a nuestro querido mamador, los mensajes son claros
a la hora analizar este cine tan creativo de Tarantino, ser uno mismo, despejar
del estatus y ser más de lo que se espera la gente en su cotidianidad, o por
que mejor llamamos esto, la doctrina de un Súper Hombre.
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